kiryjuan
03-24-2010, 07:42 PM
Sergio Guzmán | MEDIOTIEMPO
Miércoles 24 de Marzo del 2010
El ex directivo cementero tuvo a su cargo la defensa del portero en el caso de la golpiza a Julio César Rivera
Acaba de dar un vuelco el caso del arquero de La Máquina, Jesús Corona, porque fue Víctor Garcés –inhabilitado de sus funciones como Director Jurídico de la Cooperativa Cruz Azul apenas el domingo pasado- quien planeó la estrategia, basada en mentiras, para tratar de deslindar al jugador de su responsabilidad en los hechos donde se le acusó por golpear a Julio César Rivera afuera de un bar la madrugada del pasado 7 de febrero.
Dicho plan fracasó y Jesús quedó en evidencia, y lo peor es que esa situación podría colaborar para que fuera marginado de la lista de convocados para disputar el Mundial de Sudáfrica 2010.
Alguien cercano a la Directiva cruzazulina informó a Medio Tiempo cómo desde el primer día Garcés fue quien tomó el control del asunto, junto con Miguel Borrel Rodríguez, colaborador del área jurídica de la Cooperativa. Corona se comunicó con él para asesorarse legalmente luego del percance que tuvo con Rivera y le informó que ya existía una demanda en su contra por haberle fracturado la nariz y un pómulo.
Entonces, Garcés le dijo que no se preocupara, que él se encargaría del caso y que lo dejara todo en sus manos para que no tuviera problemas con su imagen pública. Así es que desde el Departamento Jurídico del club salió la orden de que se inculpara al primo de Jesús, de nombre Carlos Padilla, por el parecido físico que tiene con el futbolista de La Máquina.
El propio Garcés le pidió a Corona que en el primer día de entrenamiento posterior al altercado con Rivera solicitara los micrófonos de la sala de prensa para hablar ante los reporteros y dejar claro que él no tenía nada que ver con el asunto, y de ese modo diera la impresión de que no tenía nada por esconder.
Garcés, junto con Borrel Rodríguez, contactaron al abogado José Luis Guízar Abarca, un hombre de toda su confianza en Guadalajara, para que llevara la defensa de Jesús y siguiera al pie de la letra sus instrucciones.
De esta manera, Corona se puso en manos de Garcés y éste lo llevó a un túnel sin salida, donde quedó atrapado al conocerse que todo estaba basado en mentiras, en la presentación de su primo Carlos como responsable ante los medios de comunicación. Incluso el padre del jugador fue a negociar a la casa de Rivera a petición del entonces directivo celeste, donde fue videograbado y exhibido después en la prensa, en lo que fue la gota que derramó el vaso y Corona tuvo que terminar con la farsa para admitir su culpabilidad.
De hecho, apenas unos minutos después de que el portero aceptó que él fue quien golpeó a Rivera, en Guadalajara el abogado Guízar Abarca convocó a una conferencia de prensa para anunciar que renunciaba a la defensa de Corona, siguiendo órdenes de Garcés.
La imagen pública de Corona que Garcés pretendía proteger, quedó totalmente afectada y el jugador podría pagarlo caro ya que su presencia en la convocatoria para el Mundial de Sudáfrica, ha quedado seriamente en duda.
Por este motivo el club tampoco quiso imponerle ningún tipo de castigo deportivo a Corona ya que el manejo corrió a cargo de Garcés, y aunque la Directiva habló de una sanción económica, la realidad es que tampoco eso va a ocurrir puesto que el arquero sólo obedeció a quien en ese momento era parte de la dirigencia del club.
Al tiempo, Garcés fue inhabilitado de sus funciones en la cementera por diversas irregularidades financieras.
Miércoles 24 de Marzo del 2010
El ex directivo cementero tuvo a su cargo la defensa del portero en el caso de la golpiza a Julio César Rivera
Acaba de dar un vuelco el caso del arquero de La Máquina, Jesús Corona, porque fue Víctor Garcés –inhabilitado de sus funciones como Director Jurídico de la Cooperativa Cruz Azul apenas el domingo pasado- quien planeó la estrategia, basada en mentiras, para tratar de deslindar al jugador de su responsabilidad en los hechos donde se le acusó por golpear a Julio César Rivera afuera de un bar la madrugada del pasado 7 de febrero.
Dicho plan fracasó y Jesús quedó en evidencia, y lo peor es que esa situación podría colaborar para que fuera marginado de la lista de convocados para disputar el Mundial de Sudáfrica 2010.
Alguien cercano a la Directiva cruzazulina informó a Medio Tiempo cómo desde el primer día Garcés fue quien tomó el control del asunto, junto con Miguel Borrel Rodríguez, colaborador del área jurídica de la Cooperativa. Corona se comunicó con él para asesorarse legalmente luego del percance que tuvo con Rivera y le informó que ya existía una demanda en su contra por haberle fracturado la nariz y un pómulo.
Entonces, Garcés le dijo que no se preocupara, que él se encargaría del caso y que lo dejara todo en sus manos para que no tuviera problemas con su imagen pública. Así es que desde el Departamento Jurídico del club salió la orden de que se inculpara al primo de Jesús, de nombre Carlos Padilla, por el parecido físico que tiene con el futbolista de La Máquina.
El propio Garcés le pidió a Corona que en el primer día de entrenamiento posterior al altercado con Rivera solicitara los micrófonos de la sala de prensa para hablar ante los reporteros y dejar claro que él no tenía nada que ver con el asunto, y de ese modo diera la impresión de que no tenía nada por esconder.
Garcés, junto con Borrel Rodríguez, contactaron al abogado José Luis Guízar Abarca, un hombre de toda su confianza en Guadalajara, para que llevara la defensa de Jesús y siguiera al pie de la letra sus instrucciones.
De esta manera, Corona se puso en manos de Garcés y éste lo llevó a un túnel sin salida, donde quedó atrapado al conocerse que todo estaba basado en mentiras, en la presentación de su primo Carlos como responsable ante los medios de comunicación. Incluso el padre del jugador fue a negociar a la casa de Rivera a petición del entonces directivo celeste, donde fue videograbado y exhibido después en la prensa, en lo que fue la gota que derramó el vaso y Corona tuvo que terminar con la farsa para admitir su culpabilidad.
De hecho, apenas unos minutos después de que el portero aceptó que él fue quien golpeó a Rivera, en Guadalajara el abogado Guízar Abarca convocó a una conferencia de prensa para anunciar que renunciaba a la defensa de Corona, siguiendo órdenes de Garcés.
La imagen pública de Corona que Garcés pretendía proteger, quedó totalmente afectada y el jugador podría pagarlo caro ya que su presencia en la convocatoria para el Mundial de Sudáfrica, ha quedado seriamente en duda.
Por este motivo el club tampoco quiso imponerle ningún tipo de castigo deportivo a Corona ya que el manejo corrió a cargo de Garcés, y aunque la Directiva habló de una sanción económica, la realidad es que tampoco eso va a ocurrir puesto que el arquero sólo obedeció a quien en ese momento era parte de la dirigencia del club.
Al tiempo, Garcés fue inhabilitado de sus funciones en la cementera por diversas irregularidades financieras.