Fibroso
03-10-2011, 11:00 AM
viejos zorros
Los promotores más poderosos por las pasadas cuatro décadas y archirrivales por años se han unido nuevamente para montar la pelea Cotto-Mayorga
POR JOSÉ A. SÁNCHEZ FOURNIER / Enviado Especial
L AS VEGAS - Suena inverosímil, pero Bob Arum y Don King hoy día gritan a los cuatro vientos que son amigos de toda la vida.
Esto luego de casi medio siglo de guerra fría y caliente, ataques verbales, físicos y hasta maniobras políticas internacionales, como parte de una lucha estratégica para controlar los mejores peleadores del planeta.
“Estoy encantado de estar asociado con Don King”, dijo recientemente Arum, quiene está promocionando la pelea de Miguel Cotto y Ricardo Mayorga en sociedad con su némesis de pelos erizados. Cotto es uno de los principales peleadores de la empresa Top Rank Inc., fundada por Arum. Mayorga le pertenece a Don King Promotions.
“Don es uno de los más grandes promotores del mundo”, agregó Arum.
Sin embargo, la relación no siempre fue así.
El trasfondo de ambos no puede ser más distinto. Arum, un judío de clase media, se graduó de la prestigiosa universidad de Harvard y fue fiscal federal bajo la incumbencia de Robert Kennedy, para luego hacer millones como abogado en la práctica privada.
King, criado en los guetos de Cleveland, mató al menos a dos personas, en incidentes separados durante su juventud como bolitero. El primer incidente fue declarado legítima defensa propia; por el segundo cumplió cárcel, donde se la pasó leyendo y autoeducándose. Cuando salió de prisión, King comenzó a hacer pininos como promotor de eventos, con la asesoría de su amigo, el cantante Loyd Price.
Así nació su conexión con Muhammad Ali, el pugilista más grande de todos los tiempos, a quien convenció de hacer una exhibición pro fondos de un hospital en Cleveland.
Con Ali hizo espectaculares promociones, como el histórico combate con George Foreman, en Zaire, África. En la pelea, una de las más grandes de todos los tiempos, Ali se consagró noqueando en ocho asaltos al temible Foreman, convirtiéndose en el primer hombre que reconquistaba el título de los pesados. “Mi mejor momento (como promotor) fue Zaire”, dijo King, con volumen y orgullo en su voz, durante una reciente conferencia junto a Arum. “El que Ali lo lograra ese día en la jungla, en Zaire, en la tierra madre de toda la humanidad, ese fue mi mejor momento”.
de parte y parte
“Lo que Don no les dice es que él consiguió que el dictador de Zaire, Mobutu, prohibiera que yo entrara al país para ver la pelea en persona”, agregó Arum, quien también comenzó como promotor de la mano de Ali, a quien conoció por medio de su amigo y cliente, el futbolista Jim Brown.
“Sí, sí”, acepta con una sonora carcajada King. “Eso es lo que hace el poder. Lo hice porque sabía que él (Arum) se estaba tramando algo, un diabólico plan en mi contra. ¡Algo se tramaba este malvado señor Moriarty!”, vociferó King, comparando a Arum con el archienemigo de Sherlock Holmes. La referencia hizo que todos en la conferencia estallaran en carcajadas, incluyendo a Arum.
Hoy día, ambos se ríen de esa y muchas otras trastadas que se hicieron uno al otro.
“Mi mejor momento”, contraatacó Bob, “fue cuando Don y yo hicimos la pelea del milenio, De La Hoya-Trinidad, y Tito recibió la decisión en su favor. En la conferencia después de la pelea, Don se subió al podio y comenzó a jactarse de su triunfo. Yo fui y le desconecté el micrófono”.
“Esa gesta es la máxima prenda en mi corona”, agregó.
¿Mejor que cuando sacaste a King del cuadrilátero con unos guardias de seguridad, inmediatamente después del combate entre Marvin Hagler y Tommy Hearns?, le preguntaron a Arum.
“Ese es mi segundo mejor momento (como promotor)”, contestó Arum, riéndose.
A pesar de la enemistad profesional, King y Arum han trabajado muchas veces juntos, como en la primera pelea entre Roberto Durán y Sugar Ray Leonard, en Montreal, Canadá, en el 1980 y la tercera entre Ali y Joe Frazier, en Manila, Filipinas, en el 1975.
“La Thrilla in Manila (Ali-Frazier III) fue algo verdaderamente histórico, y lo logramos juntos”, sostuvo King, en un tono más serio. “Nunca hemos sido enemigos, somos promotores... Nunca lo odié. ¿Me molesté con él? Absolutamente. Pero burlarme de sus desaventuras, hacerlo pasar un ridículo, eso nos daba la promoción y mejor mercadeo”, añadió King.
“Hoy día Don es tan buen vendedor como siempre. No hay ningún vendedor en el boxeo como Don”, dijo Arum. “Creo que competir con Don me hizo ser un mejor promotor, y yo hice lo mismo para él”.
Los promotores más poderosos por las pasadas cuatro décadas y archirrivales por años se han unido nuevamente para montar la pelea Cotto-Mayorga
POR JOSÉ A. SÁNCHEZ FOURNIER / Enviado Especial
L AS VEGAS - Suena inverosímil, pero Bob Arum y Don King hoy día gritan a los cuatro vientos que son amigos de toda la vida.
Esto luego de casi medio siglo de guerra fría y caliente, ataques verbales, físicos y hasta maniobras políticas internacionales, como parte de una lucha estratégica para controlar los mejores peleadores del planeta.
“Estoy encantado de estar asociado con Don King”, dijo recientemente Arum, quiene está promocionando la pelea de Miguel Cotto y Ricardo Mayorga en sociedad con su némesis de pelos erizados. Cotto es uno de los principales peleadores de la empresa Top Rank Inc., fundada por Arum. Mayorga le pertenece a Don King Promotions.
“Don es uno de los más grandes promotores del mundo”, agregó Arum.
Sin embargo, la relación no siempre fue así.
El trasfondo de ambos no puede ser más distinto. Arum, un judío de clase media, se graduó de la prestigiosa universidad de Harvard y fue fiscal federal bajo la incumbencia de Robert Kennedy, para luego hacer millones como abogado en la práctica privada.
King, criado en los guetos de Cleveland, mató al menos a dos personas, en incidentes separados durante su juventud como bolitero. El primer incidente fue declarado legítima defensa propia; por el segundo cumplió cárcel, donde se la pasó leyendo y autoeducándose. Cuando salió de prisión, King comenzó a hacer pininos como promotor de eventos, con la asesoría de su amigo, el cantante Loyd Price.
Así nació su conexión con Muhammad Ali, el pugilista más grande de todos los tiempos, a quien convenció de hacer una exhibición pro fondos de un hospital en Cleveland.
Con Ali hizo espectaculares promociones, como el histórico combate con George Foreman, en Zaire, África. En la pelea, una de las más grandes de todos los tiempos, Ali se consagró noqueando en ocho asaltos al temible Foreman, convirtiéndose en el primer hombre que reconquistaba el título de los pesados. “Mi mejor momento (como promotor) fue Zaire”, dijo King, con volumen y orgullo en su voz, durante una reciente conferencia junto a Arum. “El que Ali lo lograra ese día en la jungla, en Zaire, en la tierra madre de toda la humanidad, ese fue mi mejor momento”.
de parte y parte
“Lo que Don no les dice es que él consiguió que el dictador de Zaire, Mobutu, prohibiera que yo entrara al país para ver la pelea en persona”, agregó Arum, quien también comenzó como promotor de la mano de Ali, a quien conoció por medio de su amigo y cliente, el futbolista Jim Brown.
“Sí, sí”, acepta con una sonora carcajada King. “Eso es lo que hace el poder. Lo hice porque sabía que él (Arum) se estaba tramando algo, un diabólico plan en mi contra. ¡Algo se tramaba este malvado señor Moriarty!”, vociferó King, comparando a Arum con el archienemigo de Sherlock Holmes. La referencia hizo que todos en la conferencia estallaran en carcajadas, incluyendo a Arum.
Hoy día, ambos se ríen de esa y muchas otras trastadas que se hicieron uno al otro.
“Mi mejor momento”, contraatacó Bob, “fue cuando Don y yo hicimos la pelea del milenio, De La Hoya-Trinidad, y Tito recibió la decisión en su favor. En la conferencia después de la pelea, Don se subió al podio y comenzó a jactarse de su triunfo. Yo fui y le desconecté el micrófono”.
“Esa gesta es la máxima prenda en mi corona”, agregó.
¿Mejor que cuando sacaste a King del cuadrilátero con unos guardias de seguridad, inmediatamente después del combate entre Marvin Hagler y Tommy Hearns?, le preguntaron a Arum.
“Ese es mi segundo mejor momento (como promotor)”, contestó Arum, riéndose.
A pesar de la enemistad profesional, King y Arum han trabajado muchas veces juntos, como en la primera pelea entre Roberto Durán y Sugar Ray Leonard, en Montreal, Canadá, en el 1980 y la tercera entre Ali y Joe Frazier, en Manila, Filipinas, en el 1975.
“La Thrilla in Manila (Ali-Frazier III) fue algo verdaderamente histórico, y lo logramos juntos”, sostuvo King, en un tono más serio. “Nunca hemos sido enemigos, somos promotores... Nunca lo odié. ¿Me molesté con él? Absolutamente. Pero burlarme de sus desaventuras, hacerlo pasar un ridículo, eso nos daba la promoción y mejor mercadeo”, añadió King.
“Hoy día Don es tan buen vendedor como siempre. No hay ningún vendedor en el boxeo como Don”, dijo Arum. “Creo que competir con Don me hizo ser un mejor promotor, y yo hice lo mismo para él”.